Hoy es cumpleaños de un compositor del que muy seguramente han escuchado hablar. Wolfgang Amadeus Mozart.
Ya hablaremos después de este compositor, hoy quiero contarles algo que me pasó con él.
Conforme empecé a escuchar más y más música fui inclinándome por Debussy, Mussorgsky, Grieg, etc. Todos del siglo 20. En ese momento cada que escuchaba cualquier cosa de Mozart yo pensaba ingenuamente: pero por qué es tan famoso? Su música me parecía simplona y honestamente la sentía toda parecida.
Pasó el tiempo y pasó lo que tenía que pasar, me pusieron una pieza de Mozart. Concretamente el Concierto No. 5 en Re Mayor. Mientras trabajé el primer movimiento, vaya, qué interesante, no es tan fácil como se escucha. Y tampoco es tan igual, rara vez repetía motivos y si bien sigue una estructura bastante bien definida, las variaciones sobre el tema no eran evidentes. Eso me hizo apreciarlo mucho más.
Pasó el concierto y llegó el momento de preparar el segundo y tercer movimiento. El tercer movimiento realmente lo trabajé con mi maestro como el primero. Pero el segundo. Qué movimiento. Aún hoy cuando pasé un día difícil me siento al piano y lo toco. Tiene una transparencia, sencillez, delicadeza, honestidad y muchas otras cosas que no encuentra uno fácilmente en la música. Es cristalino.
En mi mente ese movimiento tiene la textura y color del vino tinto. Un vino profundo y suave.
Conforme lo fui trabajando vi que toma mucho poder tocar Mozart como se debe. Es tan transparente que todo debe ser cuidado al más mínimo punto. Un día mi maestro me dijo, un Mozart claro y bien interpretado vale muchísimo más que un Beethoven. Así de grande.
Hoy estoy trabajando en una sonata para violín junto con un amigo y cada dia vuelvo a descubrir su pureza y suavidad.
En resumen, es importante que no dejemos de lado las cosas simples así como dejé de lado a Mozart un buen rato. Siempre hay algo más.
Les comparto el concierto con Mitsuko Uchida. Si tienen Spotify, permítanme sugerirles la versión con Murray Perahia. En 8:24 empieza el 2do movimiento por si lo quieren escuchar a partir de ahí.
Ya hablaremos después de este compositor, hoy quiero contarles algo que me pasó con él.
Conforme empecé a escuchar más y más música fui inclinándome por Debussy, Mussorgsky, Grieg, etc. Todos del siglo 20. En ese momento cada que escuchaba cualquier cosa de Mozart yo pensaba ingenuamente: pero por qué es tan famoso? Su música me parecía simplona y honestamente la sentía toda parecida.
Pasó el tiempo y pasó lo que tenía que pasar, me pusieron una pieza de Mozart. Concretamente el Concierto No. 5 en Re Mayor. Mientras trabajé el primer movimiento, vaya, qué interesante, no es tan fácil como se escucha. Y tampoco es tan igual, rara vez repetía motivos y si bien sigue una estructura bastante bien definida, las variaciones sobre el tema no eran evidentes. Eso me hizo apreciarlo mucho más.
Pasó el concierto y llegó el momento de preparar el segundo y tercer movimiento. El tercer movimiento realmente lo trabajé con mi maestro como el primero. Pero el segundo. Qué movimiento. Aún hoy cuando pasé un día difícil me siento al piano y lo toco. Tiene una transparencia, sencillez, delicadeza, honestidad y muchas otras cosas que no encuentra uno fácilmente en la música. Es cristalino.
En mi mente ese movimiento tiene la textura y color del vino tinto. Un vino profundo y suave.
Conforme lo fui trabajando vi que toma mucho poder tocar Mozart como se debe. Es tan transparente que todo debe ser cuidado al más mínimo punto. Un día mi maestro me dijo, un Mozart claro y bien interpretado vale muchísimo más que un Beethoven. Así de grande.
Hoy estoy trabajando en una sonata para violín junto con un amigo y cada dia vuelvo a descubrir su pureza y suavidad.
En resumen, es importante que no dejemos de lado las cosas simples así como dejé de lado a Mozart un buen rato. Siempre hay algo más.
Les comparto el concierto con Mitsuko Uchida. Si tienen Spotify, permítanme sugerirles la versión con Murray Perahia. En 8:24 empieza el 2do movimiento por si lo quieren escuchar a partir de ahí.
Como siempre gracias Lili por compartir. Tu comentario sumamente interesante y pertinente. A mi siempre me agradó Mozart desde que lo escuché por primera vez siendo una niña. Y era por esa claridad y sencillez.
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